Historias que inspiran desde balcones reales
Ana empezaba dudando por los olores. A la segunda semana, su cubo de basura ya pesaba menos y sus geranios reverdecieron. Los vecinos preguntaron por su compostador y terminaron intercambiando cartón y café usado. “Huele a bosque”, cuenta entre risas.
Historias que inspiran desde balcones reales
Luis pesó sus residuos cuatro semanas y redujo a la mitad la basura del hogar. Aprendió a picar restos y cubrirlos con hojas secas. Con té de compost revivió su albahaca, que llevaba meses decaída. Se suscribió para seguir registrando sus avances cada mes.
Historias que inspiran desde balcones reales
En nuestro grupo local, varias personas comparten excedentes de lombrices, hojas secas y tips. Cada pequeño logro suma: menos bolsas, plantas más fuertes y conversaciones nuevas en el edificio. ¿Te animas a presentarte y contar tu primer paso hoy?